Tras una cirugía o cualquier tipo de intervención quirúrgica, le ofrecemos un servicio personalizado de cuidados posoperatorios 24 horas al día, realizado por profesionales sanitarios expertos en hospitalización domiciliaria.
Recibir los mejores cuidados después de una cirugía es esencial para favorecer la recuperación del paciente:
Ya no es necesario permanecer ingresado en un centro hospitalario tras ser intervenido quirúrgicamente; puede ser atendido en la comodidad de su hogar con la misma calidad hospitalaria.
La hospitalización domiciliaria contribuye significativamente a la minimización del riesgo de infecciones nosocomiales. Esto se debe a que los pacientes reciben atención en su ambiente personal, lo que facilita un control más efectivo de los factores de riesgo asociados a complicaciones infecciosas.
Tras una intervención, el paciente presenta una serie de necesidades (reponerse de los efectos de la anestesia, curas, actividad física, control del dolor, alimentación e higiene…). Para su comodidad, nosotros las cubrimos todas.
Un equipo de profesionales de la salud le ofrece una atención totalmente personalizada. Esto implica coordinar perfectamente a médicos, enfermeras, terapeutas y otros especialistas. El resultado: una coordinación integral y eficaz del tratamiento.
Consiste en una hospitalización domiciliaria durante un período concreto, en el que realizamos las visitas programadas recurrentes prescritas por su médico:
El objetivo de este servicio de cuidados posoperatorios es acelerar la recuperación y mejorar su calidad de vida, con el fin de procurarle una vuelta a la normalidad lo antes posible.
Los cuidados posoperatorios involucran a diversos profesionales de la salud. Cada uno tiene un rol específico para garantizar su recuperación o la de sus familiares. Estas son algunas de las especialidades involucradas en este tipo de cuidados:
Son quienes llevan a cabo la intervención quirúrgica. En los cuidados posoperatorios, su función principal es realizar el seguimiento de la evolución de la cirugía, evaluar la cicatrización y asegurarse de que no haya complicaciones directamente relacionadas con la intervención.
Esta especialidad desempeña un papel crucial en los cuidados posoperatorios. Se encargan de administrar medicamentos, realizar curas de heridas, controlar signos vitales, proporcionar educación al paciente sobre cuidados en el hogar, y estar atentos a cualquier signo de complicación.
Tiene un papel importante en la coordinación de los cuidados posoperatorios. Realiza evaluaciones periódicas, ajusta medicamentos según sea necesario, y puede referir al paciente a especialistas si surgen problemas específicos durante la recuperación.
El fisioterapeuta juega un papel crucial. Se encarga de diseñar programas de rehabilitación y terapias para todo tipo de intervenciones y patologías (por ejemplo, ejercicios respiratorios, o aquellos indicados para restaurar la movilidad y fortalecer la musculatura afectada).
La nutrición es vital para la recuperación. Un nutricionista puede trabajar en conjunto con el equipo médico para planificar una dieta adecuada que favorezca la cicatrización, fortalezca el sistema inmunológico y satisfaga las necesidades nutricionales del paciente durante el proceso de recuperación.
La cirugía y el período posoperatorio pueden tener un impacto emocional significativo. Un psicólogo o trabajador social puede brindar apoyo emocional, ayudar a gestionar el estrés y proporcionar recursos para hacer frente a los desafíos emocionales que puedan surgir durante la recuperación.
El farmacéutico colabora con el equipo médico para garantizar una administración adecuada de medicamentos. Proporciona información sobre posibles efectos secundarios y asegura que el paciente comprenda cómo tomar los medicamentos de manera correcta.
La colaboración interdisciplinaria de estos profesionales de la salud garantiza una atención integral y personalizada para el paciente durante los cuidados posoperatorios, abordando no solo los aspectos físicos, sino también los emocionales y sociales.
Las intervenciones quirúrgicas que suelen requerir cuidados posoperatorios varían en complejidad y alcance, y las necesidades específicas de cuidado dependen del tipo de cirugía realizada. Algunas intervenciones comunes que generalmente demandan cuidados posoperatorios pueden ser las siguientes:
Por ejemplo, reemplazo de articulaciones o fijación de fracturas. Los cuidados posoperatorios que necesita son rehabilitación física, terapia ocupacional y un seguimiento para asegurar la movilidad y la cicatrización adecuadas.
Un Bypass coronario, un reemplazo valvular o una cirugía de aneurisma aórtico necesitan monitorización continua, control de la presión arterial y gestión de la rehabilitación cardíaca.
Por ejemplo, colectomía, apendicectomía o cirugía de vesícula biliar. Estas intervenciones necesitan control del dolor, seguimiento de la función gastrointestinal, prevención de infecciones y cambios en la dieta.
Una mastectomía o una reconstrucción mamaria necesitan cuidados como el manejo de la herida y apoyo emocional.
Ejemplos como la fusión espinal y la laminectomía necesitan una inmovilización adecuada, control del dolor, fisioterapia y monitoreo de la función neurológica.
Por ejemplo, una cirugía bariátrica o una resección intestinal. En este caso, los cuidados posoperatorios consisten en la gestión de la alimentación, prevención de posibles complicaciones digestivas y en el seguimiento del peso y la nutrición.
Una prostatectomía o una nefrectomía necesitan un control de la función renal, gestión de la cateterización y vigilancia de infecciones urinarias.
Ejemplos como la rinoplastia o la abdominoplastia pueden requerir el cuidado de las incisiones, control del edema y la inflamación y un seguimiento de la cicatrización.
Estos son solo algunos ejemplos. Los cuidados posoperatorios variarán según las características de cada paciente y la naturaleza de la intervención quirúrgica.
Los usuarios de nuestro servicio de cuidados posoperatorios nos demuestran, con sus palabras, que combinar el rigor y la eficacia con la calidad humana y la empatía es, sin duda, el camino a seguir: